Apartamento 1 (2/3 pers.)


Apartamento 2 (4/6 pers.)


Apartamento 3 (6/8 pers.)


Trátase de D. Federico Álvarez Cálvo, que usou “ Federico Arséns ” como nome artístico e que tamén foi denominado “Blondín” en moitas ocasións, así como “Arsens Blondín”nome co que foi coñecido en Francia xunto con “Álvarez dit Blóndín”, ou sexa, Álvarez, chamado Blondín.

Naceu no 1853 dentro dunha prestixiosa saga de artistas circenses que baixo a batuta do seu pai residía na cidade de Oviedo onde se dedicaban ó espectáculo, principalmente ecuestre.
No pobo onde está inda a súa casa, como veremos a seguir, Federico foi e inda é coñecido como “O Comediante”

Como inda hoxe é común entre as xentes do circo, a viaxe forma parte da vida do espectáculo e os fillos nacían aló onde se daba a circunstancia. Federico seica pasou aló os primeiros anos formándose como artista dentro do clan familiar.

Na pouca información elaborada ó respecto da ascendencia e orixe do Comediante aparece coma de orixe asturiana. Nas investigacións ó respecto descubrimos que segundo obra nos rexistros parroquiais O Comediante era fillo de Juán Álvarez Rodríguez, natural de Cerdeira, San Xoan de Río, e de Amalia Calvo natural de La Roda, Albacete, e veciña da Pobra de Trives. A esposa de Federico foi María Estrella Doval López, natural de Santiago de Compostela cuxos pais eran Ignacio Doval, de Lugo e Isabel López, de Meira, tamén en Lugo.

Outro feito a ter en conta é que segundo informacións recollidas pola actual familia propietaria da Casa do Comediante no propio lugar de Cerdeira, houbo un fillo de Federico e de Mª Estrella que utilizaría mais tarde o mesmo nome artístico e alias que seu pai. Cesar Álvarez naceu en Cerdeira e foi o propietario da casa até mediados do século pasado cando formalizou a venda estando en Sevilla. Tamén foi artista circense. Debutou no ano 1915 no desaparecido Turó park de Barcelona.


O Comediante, destacou publicamente na actividade do funambulismo, inda que foi un músico competente que ademais de tocar o cornetín, a ocarina e o piano, tralo seu paso polo conservatorio madrileño perfeccionou a interpretación co violín nada menos de nas clases do eminente Jesús de Monasterio, catedrático de Perfeccionamiento de Violín nesta reputada institución. Unicamente os mellores tiñan acceso á docencia do violinista cántabro.

En 1874, con 21 anos pois, debutou nesta difícil profesión ca que percorreu o mundo logo de iniciarse cunha exhibición sobre a maroma de cen metros que lle serviu para atravesar a praza de toros de Madrid. A seguir percorrería os mais prestixiosos foros cirsenses da vella Europa co seu variado espectáculo.

Londres, Paris, Lión e Marsella foron algunhas das prazas que Arséns conquistou co seu esforzo, talento e traballo ben feito.

Non era para menos se temos en conta que segundo contan as crónicas da época, era quen de atravesar o baleiro ca cabeza metida nun saco, ou cos pes dentro de cestos, ou sentarse nunha cadeira a na metade do camiño para tocar o cornetín. Ás veces mesmo subía canda el un aparello fotográfico e tomaba imaxes dende as alturas realizando o complexo proceso que semellante cousa implicaba naquel entón.

Así lo contó la prensa: que ayer atravesó el Sena, entre los puentes del Alma y de los Inválidos sobre un cable de alambre, y ante una multitud que no bajaría de 50 mil personas. La ovación fue colosal, el público maravillado prorrumpió varias veces en aplausos atronadores. Era Arsens, así lo dijeron, un acróbata sorprendente y un equilibrista admirable, se lanza al peligro con una serenidad, con un valor, con una desenvoltura que llenan de asombro.

Aquel chaval que se presentaba siempre a sus ejercicios acróbatas vestido con un maillot plateado, brillante, que le hacía destacar entre toda la multitud, ni se llamaba Arsens, ni se apellidaba Blondin, ni era gallego. Sus contemporáneos lo sabían, claro, pero nosotros pudimos habernos olvidado de su historia si no hubiera quedado por escrita mucho tiempo después, en el verano de 1929, que fue, también, el invierno de la vida de Arsene Blondin. En realidad, Federico Álvarez. Soy español y ese es mi verdadero nombre, dijo el ya por entonces viejo acróbata a preguntas del reportero del diario El día de Palencia. Era preciso, sin embargo, adoptar un nombre extranjero porque en España somos así. Pero nunca he dejado de cantar a mi verdadera patria. Había nacido en Oviedo. En el Cuartel de Milicias, hijo de un gallego, esta vez sí, de Cerdeira, que regentaba en la capital de Asturias un circo de caballos. Así que de casta le venía al galgo la pasión por el espectáculo.

Criado al calor de las crónicas de las hazañas de Blondin, el viejo, y formado en Madrid, donde recibió sus primeras lecciones como equilibrista en el centro de la calle de la Cueva y comenzó a actuar, en el circo Príncipe Alfonso, según él ante la mismísima reina Isabel II, quiso la suerte que Blondin, el joven, el carbayón, ejecutara su gran número sobre el Sena en el mes de septiembre, casi cuando su ciudad natal festejaba a San Mateo. Y lo hizo, quizás amparado por el patrón en la distancia, de forma espectacular. De espaldas, su segundo viaje aéreo; bajo la lluvia, a la que se sobrepuso sin que un solo espectador abandonara por ello el acto, tan impresionados como estaban por su agilidad. Otra de las travesías las hizo metido en un saco y, además, tocó a la vez dos cornetines, porque también era músico. Los dos, bajo el agua del río Sena. Sus manos estaban ocupadas en tener los instrumentos; tocó sentado dejando colgado del cable su balancín, dijo la prensa. ¡Impresionante! Pero faltaba otro ejercicio aún más asombroso que todos los anteriores: Arsens se levantó, puso el balancín atravesado sobre el cable y se colocó encima, fijando uno de sus pies en el balancín, bastante apartado del punto de apoyo como si se preparara a dar un paso hacia el abismo. Mientras un eléctrico estremecimiento agitó a la multitud, el músico acróbata reanudaba su doble tocata sin dar una falsa nota, sin interrumpir la música ni un segundo.

Aquel día, el asturiano tocó el cielo de París. Y eso era solo el inicio de una carrera que se desarrollaría a lo largo de dos siglos.

Arsens Blondin se promocionaba como ‘el héroe del Sena’.
Los años que le duró la juventud a Arsene Blondin, es decir, a nuestro Federico Álvarez, estuvieron bien aprovechados. Nunca llegó a superar el éxito rotundo de aquella actuación sobre el Sena, pero sí desafió a las aguas del Tíber, en Roma; a las del Pó en Turín y a las del Arno en Florencia. En Amsterdam, cabalgó sobre las del Amstel, y también sobre las del Danubio en Viena. Cruzó el Pisuerga, a su paso por Valladolid, y el Nervión en Bilbao.

19 de febrero de 1902. El progreso de Asturias, uno de los muchos diarios publicados por entonces en la región, asegura que ante mucho público celebró anoche otra función la compañía del señor Blondin, en el circo provisional instalado en la Escandalera. Todos los artistas fueron muy aplaudidos en los diversos y difíciles trabajos que ejecutaron. (…) Anoche se decía que, en vista del buen resultado que se promete la familia Blondín, pensaba cubrir con zinc el nuevo circo y establecer en él todas las mejoras necesarias para hacerlo digno de Oviedo, si se le concedía en buenas condiciones el terreno durante cuatro años.

Y solo él supo si era verdad aquello que dijo, cuando le entrevistaron en 1929, de que había sido el primer europeo que ha entrado en el Rif a enseñar música a los moros. Fue en el año 1906. En aquel año recibí una proposición del caid el Roghi para organizar una banda de música con elementos moros. Acepté gustosamente porque me seducía la aventura y allá me fui con mi hijo Antonio que a la sazón se encontraba en Melilla, trabajando como mecánico. Llegó a formar una banda de 22 músicos en la que él, como no podía ser de otra manera, tocaba el cornetín. Pero, según sus propias palabras, a los moros les gustaba más el acordar tiros que notas del pentagrama. Vi mal la cosa y determiné escapar antes que la previsión resultara inútil.

En ocasiones resulta complicado llegar a descubrir la realidad, sea porque nadie quiere hacerse cargo del delito, o porque todos quieren apropiarse de la paternidad. Me explico:

Hace ya tiempo que en una de mis lecturas de prensa “atrasada”, me encuentro con esta noticia
“–Ha fallecido en Inglaterra el vecino de Trives conocido por el nuevo Mr. Blondin y admirado por los públicos de las capitales más populosas.
Atravesaba por una maroma grandes distancias a vertiginosas alturas”.
(El Ancora 10 de enero de 1898).

Mis ganas de conocer a este nuevo personaje me llevaron a incluirlo en mis búsquedas de información. ¿Quién era Mr. Blondin?.

Lo primero que descubrí es que con ese nombre artístico existió un funambulista llamado Jean François Gravelet (Hesdin, Francia 28 Febrero 1824- Ealing Inglaterra 22 febrero 1897), quien consiguió ser la primera persona en cruzar las cataratas del Niágara. Para ello instaló un cable entre las dos riberas a mas de 50 metros de altura y de diferentes formas se lanzó a cruzarlo; en una de las ocasiones como se ve en la imagen que incluyo, llevaba a su manager a la espalda.

Comprenderéis que no me encajara la noticia que había leído en el Ancora de 1898 sobre el fallecimiento de nuestro paisano de Trives. Continúe la búsqueda y me encuentro un texto en las redes que me lía más aún:

Federico Álvarez
“Corría el año 1882 cuando el célebre acróbata de fama mundial, conocido como Arsens Blondin, atravesó el Sena haciendo malabarismos sobre un cable ante las más de 50.000 personas que contemplaron el espectáculo. Desde entonces Arsens Blondin será conocido en el mundo del espectáculo como el “Héroe del Sena”. Antonio Federico Álvarez Calvo, nombre verdadero del héroe del Sena, nace en Oviedo en 1853, concretamente en el Cuartel de Milicias. Su padre, natural de Cerdeira (Orense), tenía un circo de caballos y se había establecido en la capital del Principado……”

Tendréis que visitar Facebook y en un grupo llamado “Negocios Carbayones” encontrareis un artículo completo de fecha 4 de mayo 2016 contando la historia de este otro Blondin. Por cierto no sé si de manera contrastada o no, pero lo sitúa a espaldas del autentico Blondin en unos de sus pases por el cable sobre el Niágara….

Podríamos dejarlo así y zanjar la búsqueda: Federico Álvarez, no era gallego, sino Asturiano, y ciertamente a mí me valdría, soy de los que opinan que “Gallegos y Asturianos, primos hermanos”.

Pero no todo el mundo es tan conformista, y en otro gran trabajo “Arsens Blondin en A Casa do Comediante de Cerdeira. Ou o home que andou polo aire.”, Miguel Losada 2014.
Leo: …. Naceu no 1853 dunha prestixiosa saga de artistas circenses que baixo a batuta do seu pai residía circunstancialmente na cidade de Oviedo, …./….fillo de Juan Álvarez Rodríguez, natural de Cerdeira San Xoan de Rio, Ourense e de Amalia Calvo…. Veciña de Pobra de Trives. Añade el autor mas parientes de procedencia gallega, esposa y suegros, concluyendo por todo eso que Federico era Gallego. Para más prueba un hijo de Federico nacido en Cerdeira también utilizó el nombre artístico de Blondin.

Federico Álvarez nació en Oviedo en 1853 y pasaría a la historia circense como Arsens Blondin, el funámbulo español que revolucionaría París con su travesía del Sena (1882). Su padre estaba al frente de una compañía ecuestre que actuaba, sobre todo, en la zona de Asturias, y a la que perteneció nuestro funámbulo hasta la edad de veintiún años, sin que ello le impidiera cultivar también otras aficiones, como la música, la relojería y el arte fotográfico. Como cualquier hijo de artista, se formó en varias especialidades circenses, y ejerció de acróbata a caballo, acróbata al suelo y cómico.

La prestación del servicio militar obligó a Federico Álvarez a separarse de la compañía familiar. Fue destinado a Madrid, donde en 1874 se matriculó en el Conservatorio de Música para recibir clases de violín, impartidas por el profesor Monasterio. En aquella ocasión, no se reveló como alumno aventajado, aunque además del violín tocara otros instrumentos, como el cornetín, el piano y la ocarina. Después de pasar tres años atendiendo a sus obligaciones militares, Federico empezó a preparar su debut frente al público de la capital. Precisamente el oficio de funámbulo estaba más de actualidad que nunca, debido a la expectación causada por las actuaciones en España de Marie Spelterini. Anteriormente, ya se habían presentado en la península los franceses Madame Saqui (en 1852) y Blondin (nombre artístico de François Gravelet, en 1863). Federico profesaba tal admiración por este último, que adoptó su apelativo.

Federico Arsens realizaba ejercicios del repertorio de Gravelet, algunos que había aprendido anteriormente de la funámbula Spelterini y otros de propia creación. Con motivo de una de sus actuaciones, el periodista Manuel Bosch escribía: “Es imposible pedir más serenidad y mayor arrojo que el que muestra el Sr. Arsens al pasar con notable aplomo por una maroma tirante que mide cien metros de extensión, colocada a la altura máxima del circo taurino, ya con los pies introducidos con unos cestos, ya cubierta la cabeza con un saco, ya, por último, sentándose tranquilamente en una silla que coloca hacia la mediación de la cuerda, y ejecutando una pieza musical en el cornetín. Entre los ejercicios que forman el repertorio del funámbulo español llama especialmente la atención el que consiste en colocar en la maroma un aparato fotográfico y servirse de él, a la vista del público, con tanta seguridad como si operase en un gabinete”.
En 1879, Arsens realizó una pequeña gira por las principales capitales españolas. Testigos de ello son, por una parte, el grabado reproducido en la revista La Ilustración española y americana, que refleja su actuación en la plaza de toros de la Puerta de Alcalá de Madrid; y, por otra, un cartel de su función en la Plaza de Toros de Salamanca (22 de junio de 1879) conservado en el Archivo Histórico Nacional.

Un año más tarde, el funámbulo decidió cruzar la frontera y actuar en ciudades del sur de Francia. Sus primeras etapas fueron Marsella y Lyon. Dos años después, vería realizado por fin uno de sus máximos anhelos: cruzar el Sena, a su paso por París, sobre un cable tensado de orilla a orilla. Para tal ocasión, se realizó una enorme campaña publicitaria en la capital francesa. Federico mandó imprimir preciosos carteles a todo color en los que, sobre un cielo azul, se destaca su figura caminando sobre la maroma con la ayuda del balancín, por encima de un río Sena lleno de peniches (barcazas fluviales) repletas de espectadores.

En 1884, Arsens Blondin actuó en Italia. Están documentadas sus actuaciones en la plaza mayor de Bolonia y las travesías por encima del río Po en Turín y del Arno en Florencia. En 1890 regresó de nuevo a España. Actuó en la Plaza de Toros de San Sebastián el domingo 7 y el lunes 8 de setiembre. El día del debut, a su espectáculo, anunciado para las 4 de la tarde, le siguió una “gran corrida de vacas y novillas bravas pertenecientes a la ganadería de don Vicente Martínez del Colmenar” (carteles correspondientes a ambas actuaciones conservados en el Archivo general de Guipúzcoa).
Mientras Federico realizaba sus giras por Europa, en España, su hermano Manuel ―barrista y trapecista― se casaba con Evarista Juan, con quien tuvo nada más y nada menos que veintidós hijos, de los que sobrevivieron dieciocho. Entre ellos, destacan tres varones por haberse dedicado al mundo del circo: Manuel, Antonio y Miguel. El primero, que fue empresario del Californian Clipper Circus y del Circo Álvarez (asociado en los cuarenta con Wernoff), se casó con Antonia Expósito y tuvo dos hijos: Herminia ―que junto con su marido presentaba una atracción de acrobacia con el nombre de Los Lozano― y Francisco, casado a su vez con Adela Arriola y padre del malabarista Manuel ―Premio Nacional de Circo 2004― y de la contorsionista Anabella. Por otra parte, Antonio se casó con Virginia Alcaraz y juntos tuvieron dos hijos: el célebre malabarista Pepito Álvarez y la equilibrista Vicky Álvarez. Finalmente, Miguel, que se crió junto a una familia de Quintanilla de la Serena, tuvo tres varones con su esposa María Martín: Manuel, Antonio y Benito. Este último, casado con Antonia Lorenzana, es el padre de Miguel, Inés y Antonio, los actuales propietarios del Circo Sensaciones.

 


Apartamento 4 (4/5 pers.)

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Arsén Blondín e A Casa do Comediante en Cerdeira.

 

                           

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Apartamento 5 (4/5 pers.)

 

Apartamento 7 (2/4 pers.)

 

 

 

Apartamento 6 (8/10 pers.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
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